Introducción

Los sueños son uno de los milagros de la naturaleza, no el resultado de divagaciones de nuestra mente mientras dormimos. Podríamos describirlos como una frontera entre el proceso vital y nuestra personalidad consciente. Durante millones de años la vida existió sin mayores obstáculos, antes de que apareciese en escena la personalidad humana con conciencia de sí misma. Los procesos vitales desarrollados a lo largo del tiempo continúan formando la parte más importante de nuestro ser, aunque sólo en raras ocasiones nos, veamos frente a ellos en el plano consciente, salvo en nuestros sueños. Como nuestra salud física y seguridad económica dependen de una colaboración adecuada entre los procesos espontáneos de la vida y nuestras decisiones y actos conscientes, el encuentro que se produce en los sueños tiene una importancia fundamental.

En un sueño tiene lugar el encuentro de lo más remoto y lo más reciente en la evolución. De los estudios y las investigaciones más someras de los sueños surgen elementos de juicio para afirmar que un sueño puede ser:

—Una expresión de lo que está ocurriendo en el cuerpo físico. Algunos médicos tienen en cuenta los sueños como elementos indicadores de enfermedad, mucho antes de que ésta aparezca en el plano consciente.

—Una forma de equilibrar nuestras actividades fisiológicas y psicológicas. Cuando experimentalmente se priva a una persona de soñar no tardan en producirse serios trastornos de la mente y del cuerpo.

—Una original fuente de intuición e información. Los sueños hacen uso de nuestra memoria, nuestra experiencia y nuestras funciones mentales, para el análisis de la información y para la elaboración de nuevas ideas.

—Una expresión de supersentidos humanos. Los hombres tienen una capacidad inconsciente de leer el lenguaje del cuerpo, de tal manera que pueden evaluar a otros seres humanos con suma rapidez.

Resulta inimaginable el grado de su capacidad para absorber datos no simplemente de los libros, sino además de los hechos cotidianos.

—Un medio de resolVer problemas, no sólo en nuestra vida personal sino también en la vida de relación y en el trabajo.

—Una forma de avanzar más allá del mundo conocido de las experiencias y de plantear indicios desde dimensiones desconocidas.

Todos soñamos cada noche, de modo que cada uno posee lo que podríamos denominar una máquina de soñar. Si nos imaginamos encerrados en una estructura oscura, moviéndonos apenas, sin que nos perturben sonidos o luz del exterior, nuestra mente bien distendida, estamos dormidos. Mas ahora, en plena oscuridad, brilla una luz. Poco a poco toma forma, que sugiere la de una mujer. En el instante siguiente la forma se perfecciona, se mueve, y tenemos una experiencia sensorial total de ella. Estambs involucrados, y todas nuestras emociones y sensualidad responden. Se producen cambios y amamos, luchamos, tememos, matamos y nuevamente volvemos a la vida a la mujer, que puede transformarse en un animal, un demonio, Dios, o bien una voz sin cuerpo, perdida en un paraje sombrío.

Si hubiésemos estado dentro de esta estructura y al salir de estas experiencias conmovedoras nos dijesen que todo lo creamos nosotros, que en la pantalla negra hemos formado con nuestros temores, hábitos, anhelos secretos y pasión, con nuestro inmenso capital de recuerdos, con nuestra gama de sentimientos y creatividad, y al dar forma a las ansias y procesos de nuestro cuerpo, tuviéramos este rico caudal de experiencia, ¿qué sentiríamos? ¿Negaríamos toda responsabilidad? ¿Hallaríamos que carece de significado? ¿Comprobaríamos la asombrosa creatividad y potencia que tenemos?

Nuestros sueños provienen de este lugar mágico. ¿Los negamos? ¿Advertimos que somos en ellos los creadores de nuestro propio mundo de experiencia? En este caso, ¿nos hemos preguntado por qué tenemos esa propensión a crear lo que creamos? ¿O por qué, con semejante potencial creador, carecemos todavía de confianza en nosotros mismos? Así como creamos nuestro ámbito en nuestros sueños, podemos crear también el mundo psicológico en el que vivimos. Comprender nuestros sueños puede ayudarnos a esclarecer por qué creamos lo que no nos satisface y mostrarnos cómo crear todo un mundo nuevo de experiencia. Podemos lograr el control de nuestra creatividad y dirigirla, en lugar de vivir a merced de ella. En definitiva, semejante poder puede ser origen tanto de infelicidad y mala salud como de placer y capacidad, si no aprendemos a dirigirlo.

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