Alucinaciones Alucinógenos

“Sueño que caen insectos sobre mí desde el techo de mi dormitorio, o bien que caminan por mi almohada. 30 Mi paciente marido se despierta siempre cuando me siento bruscamente en la cama con los ojos muy abiertos y señalando el cielo raso. Trato de apartarlos con la mano. Todavía los veo: arañas o cucarachas. Ahora tengo plena conciencia de que es un sueño. Pero por mucho que mire los insectos siempre están allí con todo detalle. No me asusta, pero querría que el sueño desapareciera”. (Sue D.) El sueño de Sue pasa a ser una alucinación sólo cuando abre los ojos y sigue viendo los insectos con perfecta claridad.

Una alucinación puede experimentarse con todos los sentidos o con uno solo de ellos. Podríamos así tener una alucinación de olfato o de sonido. Para comprender las alucinaciones en las que no hay uso de drogas como alcohol, Lso o cannabis, debemos recordar que todos tenemos una capacidad natural de crear tales imágenes. Una de las características de los sueños, según Freud, es su carácter alucinante. Mientras dormimos podemos crear una experiencia total, sea sensorial, vocal, motora o emocional. Cuando soñamos en general consideramos real lo que experimentamos. Una alucinación es una experiencia de la función que produce “sueños” que tienen lugar estando nosotros con los ojos abiertos. Las voces que oímos, la gente que vemos, los olores que olemos, no obstante su apariencia de estar fuera de nosotros, no son más externos que las cosas y las imágenes de nuestros sueños. Con esta información es posible comprender que muchos de los fenómenos que clasificamos como psíquicos y experiencias religiosas son producto del encuentro.con el proceso de los sueños. Cabe señalar que esto no niega en modo alguno su importancia.

Es probable que existan muchas razones por las cuales Sue puede experimentar una alucinación y su marido no. Una podría ser que en la vida de Sue existen poderosos impulsos en puja por lograr su atención. Algunos de los impulsos primarios son el reproductivo, el de independencia, la presión para afrontar emociones inconscientes y traumas del pasado, cualquiera de los cuales, con el objeto de alcanzar sus metas, puede producir alucinaciones. Una alucinación no es, entonces, una “ilusión”, sino un medio de proporcionar información desde los niveles más profundos del yo. Al recibir nombres como mediumnidad o intuición mística, en ciertas culturas o individuos la capacidad de alucinar puede tener a menudo recompensas sociales.

Drogas como el Lso, el cannabis, la psilocibina, la mescalina, el peyote y el opio pueden provocar alucinaciones. La causa es que hacen posible la irrupción del proceso de los sueños en el plano consciente con menos interferencia. Cuando se produce este fenómeno en forma imprevista puede ser sumamente perturbador.

Los peligros decididamente reales son que el contenido del inconsciente, que en el soñar común se abre paso por un umbral en forma regulada, emerge aquí con poca regulación. Los temores, sentimientos paranoicos, traumas del pasado, pueden emerger en la conciencia de un individuo que no tiene capacidad para manejar esas fuerzas tan peligrosas. Como es propia del inconsciente la propensión a crear imágenes, podría surgir una zona de emociones con imágenes como la del diablo. Cuando estas imágenes, con el poder que contienen, no están integradas en un marco terapéutico apropiado, pueden atormentar a un individuo tal vez durante años. Aun en un nivel mucho más inofensivo, pueden surgir elementos del inconsciente que destruyen la capacidad de quien las tiene de estimar la realidad y efectuar juicios. Los temores no reconocidos pueden llevar al drogadicto a racionalizar sus motivos para evitar toda actividad social o el mundo del trabajo. Ver PES y sueños; amante muerto en marido bajo familia. Ver además experiencia extracorporal.

Ver hallucinations

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