Análisis de los sueños
Sigmund Freud fue el fundador del análisis terapéutico moderno de los sueños. Los pacientes debían tenderse en una otomana para aflojarse y dejar que surgiesen’ las asociaciones libres en relación con aspectos de su sueño. De este modo ayudaba al sujeto a pasar de las imágenes superficiales (contenido manifiesto) del sueño a las emociones subyacentes, las fantasías y los deseos (contenido latente), con frecuencia conectados con la temprana infancia. Como en los sueños se produce la condensación, es decir, una masa de ideas o experiencias diferentes representadas todas por una imagen o hecho, Freud señaló que el “contenido manifiesto” era “escaso” comparado con la riqueza y variedad del contenido latente. Si conseguimos tocar los sentimientos y recuerdos habitualmente conectados con una imagen onírica, ello resulta evidente en la profundidad de la visión interior y en la experiencia que surge. Si bien en condiciones ideales el analista freudiano ayuda al paciente a descubrir su propia experiencia en el sueño, puede suceder que el analista le proponga visiones ya elaboradas del mismo. De este hecho ha surgido la idea de que alguien más “analice” nuestro sueño o nos hable de él.
Carl Jung utilizó un enfoque distinto. Aplicando la amplificación (ver correspondiente seclión) ayudaba al paciente a explorar sus asociaciones, utilizaba la imaginación activa (ver correspondiente sección) y se aferraba a la estructura del sueño. Como la amplificación también proporciona al paciente la información y experiencia del terapeuta, el trabajo con el sueño puede ser una vez más en gran parte verbal e intelectual más bien que experiencial.
En el enfoque de Fritz Perls (terapia gestalt) y de Moreno (psicodrama), el análisis de los sueños es casi enteramente experiencial. La per-sona que explora el sueño actúa o verbaliza cada papel o aspecto del sueño. Si soñamos con una casa, en gestalt podríamos comenzar di-ciendo “soy una casa”, y luego pasar a describirse tal como uno es en esa casa particular que figura en el sueño. Es importante, aun cuando la casa tenga realidad exterior, evitar la descripción de la “real” y ajustarse ala que aparece en el sueño. Esto es como la amplificación, salvo que el paciente es quien suministra todos los datos. La experiencia puede ser muy dramática y emotiva, porque comenzamos a entrar en contacto conscientemente con los inmensos dominios de la experiencia que suelen ocultarse detrás de la imagen. Cuando el proceso es exitoso conduce a un conocimiento interior de la conducta y la creatividad.
Ver procesamiento de sueños; amplificación
Ver tambien gestalt dream work