
Premenstrual, tensión
El doctor Ernest Hartmann llevó a cabo estudios entre personas que presentan cuadros normales de sueño. Su objeto era definir si los hechos ocurridos durante el estado de vigilia influyen en las necesidades de sueño. Por ejemplo, la pérdida de un amigo o el estrés son causa de que muchas mujeres jóvenes tengan mayor necesidad de dormir. Algunas personas que se sometieron a una psicoterapia exitosa por sus dificultades emocionales y algunas de las que meditan han comprobado que sus necesidades de sueño disminuyen.
En su deseo de saber algo más sobre las causas por las que estas situaciones cambian las necesidades de sueño, Hartmann procedió a estudiar los sueños en un grupo de mujeres con historias de tensión premenstrual. En este grupo eran frecuentes la depresión y la irritabilidad durante ese período, en el que los anales muestran además tasas inusitadamente elevadas de homicidio, suicidio e ingreso a hospitales psiquiátricos. Si bien Hartmann comprobó que su grupo necesitaba algo más de sueño que su grupo de control, la principal característica del cambio era su mayor necesidad de soñar. El tiempo dedicado a soñar aumentaba en relación con su depresión. La conclusión alcanzada fue que una de las funciones de soñar es ayudarnos a manejar estados difíciles de emoción o ansiedad.