Movimientos durante el sueño
En la Universidad de Pennsylvania, Adrian Morrison, al investigar la narcolepsia, una condición que provoca sueño en medio de una actividad, comprobó que una zona reducida del cerebro, el pons, suprime los movimientos musculares completos mientras dormimos. Si se. daña o se elimina esta zona, los seres humanos y los animales realizan movimientos musculares completos conectados con lo que estamos soñando. Observó que los gatos siguen una presa imaginaria, se agazapan y saltan sobre ella. Estas importantes comprobaciones sugieren una serie de cosas. El proceso inconsciente en la base del soñar, aparte de crear una fantasía involuntaria, puede además reproducir movimientos sobre los cuales no hemos decidido nada aún en el plano consciente. Vemos así que tenemos por lo menos dos centros que pueden dirigir el cuerpo y los procesos mentales. Christopher Evans, en colaboración con Nicholas Humphrey en Cambridge, ve los movimientos de gatos que sueñan como expresiones de “programas” de supervivencia en la computadora biológica. Estos programas o estrategias para la supervivencia deben repetirse no solamente para mantenerse adiestrado, sino además para modificarlos en conexión con la entrada de experiencia e información adicionales. En el dominio humano nuestras estrategias de supervivencia y la forma en que nos relacionamos con nuestros roles, sociales, sexuales, matrimoniales y laborales pueden representarse una y otra vez y modificarse en los sueños.
Tales movimientos no están ligados simplemente a los programas de supervivencia o sociales. Un aspecto importante de soñar es descargar emociones o traumas dolorosos y llevar al crecimiento psicológico. Además el proceso que da origen a estos movimientos no se limita estrictamente al dominio del sueño. Se observa que muchos espasmos musculares, “tics” o movimientos involuntarios en estado de vigilia surgen de esa fuente, la “voluntad” del inconsciente, el intento de liberar el trauma o de iniciar un programa necesario de crecimiento psicológico. Que estas actividades de sueños tengan lugar estando despiertos como movimiento espontáneo o como verbalización parecería sugerir que tiene que acompañarlos un sueño. La investigación indica que esto es poco probable. En cambio demuestra que un sueño puede ser imaginación producida para expresar esta “autorregulación” mental, emocional, muscular. La imaginación puede no ser necesaria cuando el proceso se experimenta en estado consciente.
Como el proceso autorregulatorio produce movimientos, emociones y verbalización espontáneos, es probable que exista una conexión entre dicho proceso y muchas prácticas religiosas antiguas, como el pentecostalismo, shaktipat en la India, subud en Indonesia y seitat en Japón. Hay formas de psicoterapia practicadas por otras culturas. Ellas crean un ambiente en el que los participantes pueden permitirse el movimiento espontáneo y la fantasía mientras están despiertos. La conciencia está por lo tanto involucrada y puede cooperar con las actividades autorreguladoras o con las curativas del inconsciente, de manera que la práctica puede llevar a una salud mejor y al aprovechamiento de las funciones del inconsciente. Las formas más antiguas se basaban en sistemas de creencias en espíritus y dioses. Una vez advertida la conexión entre estas prácticas y los sueños, mucho de lo que era oscuro en ellos se vuelve comprensible. En mi libro Mind and Movement explico la conexión entre el proceso de los sueños, la duración autorreguladora, la percepción extendida y la conciencia en estado de vigilia.
Ver abreacción, sonambulismo; los sueños como terapeutas y médicos.