Arquetipo de Muerte y Renacimiento

Los símbolos de la muerte o del temor a la muerte pueden ser el crepúsculo, anochecer, un río atravesado o caer al río; un esqueleto, perros furiosos, sueño, anestésico, lápidas, cementerio, negrura, o algo negro, as de espadas, espejo caído, reloj detenido, diente extraído, abismo, viento frío, hojas que caen, una planta marchita, árbol herido por un rayo, ataúd, respiraciones agitadas, animal muerto en una zanja, cadáver en descomposición, subterráneo, fondo del mar, el vacío.

El más allá de la muerte es algo conjetural, pero el arquetipo de muerte que consideramos aquí no se refiere completamente ala muerte física. Es resultado de nuestra observación de la muerte en otros, nuestra concepción de ella derivada de nuestra cultura y nuestras impresiones; los sentimientos generados en torno de nuestras experiencias y pensamientos; nuestros esfuerzos por manejar nuestro propio envejecimiento y nuestra marcha hacia la muerte, además del material que las capas más profundas de nuestro. inconsciente liberan en relación con ella. Tiene que ver con nuestro sentido de existencia personal consciente y con la forma de encarar la perspectiva de su desintegración.

A menos que alcancemos la aceptación de lo que se oculta detrás de las alucinantes imágenes de la muerte percibidas en nuestros sueños, no lograremos vivir en forma completa y valerosa; nos tortura demasiado la muerte que acecha en las sombras de la ofensa y lo desconocido. Las imágenes de la muerte y las emociones asociadas con ella encerradas durante años en nuestro interior pueden tener una influencia negativa sobre nuestra salud. Aceptar implica el coraje de sentir las emociones de temor o estremecimiento y descubrir que son lo que son, emociones. Decididamente no son la muerte, sino los sentimientos sobre ella. Las diferencias existentes en los dos ejemplos que siguen ilustran cómo se elude y cómo se encara. Ejemplo: “De modo que para llegar al dormitorio tenía que saltar sobre esta brecha. No llegué al lado opuesto, sino que caí en el fondo. Recuerdo luego que estaba flotando. Miré hacia abajo y me vi tendida de bruces con los brazos extendidos y de repente comprendí que estaba muerta. Estaba tan asustada que me desperté. Tenía los sentimientos de temor de morir, pero no me dolía nada”. (Cath.)

Ejemplo: “De repente me encontré en una enorme caverna subterránea de muchos metros de altura e igualmente ancha. Había dos estatuas, ambas relacionadas con la muerte. El recinto entero me sobrecogió con una sensación de decadencia y de muerte desnuda, oscuridad, interior de la tierra, el fin. Lancé un grito en la tétrica caverna. ‘Muerte, ¿dónde está tu ponzoña?”Sepulcro, ¿dónde está tu victoria?’ De inmediato tuve la sensación de ser una conciencia incorpórea. Sabía que esto era lo que ocurría en la muerte. Perdí mi temor y mi sensación de decadencia desapareció”. (Andrew.)

Si resumimos estos y muchos otros sueños, no son sólo las imágenes acumuladas de la muerte, sino también la pérdidadel cuerpo y del poder y la identidad lo que provoca tanto temor. La experiencia humana tiene dos antípodas. En un extremo se concentra la conciencia de uno mismo y su autodeterminación. En la otra hay sólo vacío confuso y sin identidad. Es una circunstancia extraña que hasta cierto punto experimentemos diariamente las dos, la primera en nuestro estado de vigilia y la segunda cuando dormimos. Con todo, encarar la segundaen estado consciente encierra todos los horrores de la muerte y la pérdida. Es importante encararla, sin embargo, sobre todo durante l a segunda mitad de la vida.

Los símbolos del renacimiento son la cueva, un huevo, la primavera, el árbol, la cruz, el alba, surgir del mar, la serpiente, el pájaro, la semilla cuando emerge de la tierra o del excremento, el brote verde que aparece en una rama marchita, el Ave Fénix, la llama, una perla, el útero. Renacer es tan difícil de afrontar como morir. Encierra no solamente los recuerdos de las luchas y dificultades de nuestro propio nacimiento y desarrollo físico, sino además el desafío de convertirse en el futuro desconocido, la posibilidad sombría, lo nuevo. El sueño de Andrew en la caverna subterránea es un ejemplo de renacimiento positivo. Luego de sentir que es una conciencia incorpórea sale de la caverna y se encuentra cerca de un árbol. Ejemplo: “Un tremendo sacudón de poder entró en mí desde el árbol. Vi que habíamos llegado a un lugar donde una hilera de árboles muy juntos entre sí y de unos cien metros de extensión formaban un leve semicírculo en la cima de una elevación. Los árboles tenían un gran poder espiritual y formaban parte de un templo sagrado. Había allí dos seres espirituales, un antiquísimo Ser de la Tierra y Cristo”. (Andrew.)

El siguiente sueño es típico del encuentro con recuerdos de nacimiento físico. Como cabe observar, la experiencia es de tal intensidad que provoca un temblor físico. Ejemplo: “Todo lo que puedo ver del lugar en el que entro es un espacio estrecho en &cual se percibe una luz. Mas inmediatamente después de entrar comprendo que he cometido un error, ya que se me arrastra rápidamente en la oscuridad por un túnel estrecho. Siento dolor al ser arrastrado y oigo el ruido de fuertes golpes que me asustan, pero aunque son fuertes, parecen brotar de mi cabeza. Me siento aterrorizado y sin aliento y me alivia mucho despertarme antes de llegar al final del túnel. La verdad es que mientras escribo esto estoy temblando”.

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