Castrar

“Al mirar a mi hijo veo que le han cortado totalmente el pene. Me aflijo muchísimo, pero veo que en cada lado del orificio que queda se han implantado trozos especiales de tejido. Están brotando, como una planta, y sé, o bien me dicen, que le crecerá un pene entero”. (Edmond U.)

En realidad Edmond “cortaba” a menudo su sexualidad mediante la abstinencia. El sueño demuestra claramente que los impulsos sexuales son un proceso vital.

También implica trauma y/o temor relacionados con el impulso sexual, posiblemente terminando en un “corte” completo de la actividad sexual; temor a la responsabilidad que implica desarrollar la madurez sexual; dificultad para encarar los dolores y adaptaciones derivadas del rechazo por parte del sexo opuesto; competencia en el trabajo y el éxito; mantenerse de pie sin el apoyo paterno, tomar decisiones, discriminar en el campo de las ideas y el ejercicio de la voluntad.

Hacérselo a uno mismo: negar el propio impulso sexual; enojo introvertido frente al impulso sexual; conflicto por la opción entre femenino y masculino.

Hecho a uno por otro: trauma en la estructura sexual.

Hacérselo a otro: los propios sufrimientos o traumas sexuales pueden llevar a la destrucción inconsciente de la sexualidad en los hijos o en otros.

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