Joyas

Cosas que nosotros (o nuestro inconsciente) atesoramos; nuestra integridad o sentido de totalidad; las partes perdurables de nuestra naturaleza, aun el aspecto eterno del yo o el centro esencial de nuestra vida. Por ejemplo, la capacidad de trabajar con otros en forma creativa no es sólo valiosa en general sino que además expresa la poderosa fuerza simbiótica de la naturaleza; nos conecta con lo universal. Dados los distintos colores en las joyas, algunas de sus gemas tienen significados algo diferentes.

Amatista: curación; influencia de los sueños.

Diamante: codicia humana; dureza de carácter; lo que valoramos; los aspectos de nuestra vida permanentes y valiosos, no sólo en el sentido cotidiano, sino además en el cósmico. Esmeralda: crecimiento personal y conciencia de conexión con lo que es natural en la vida.

Opalo: mundo interior de fantasías y sueños, impresiones psíquicas.

Perla: belleza interior y valor surgidos de las irritaciones o pruebas en la vida.

Rubí: emociones, pasión, simpatías; extensión de nuestra persona hacia el prójimo.

Zafiro: sentimientos religiosos; expansión de los límites del pensamiento.

Joyería: puede representar a quien regala la joya o bien lo que sentimos frente a ellas, amor dado o recibido; algo valioso en el sentido de “calidad de vida”, como algo aprendido por una dura experiencia y que como tal debe ser valorado; el honor de una mujer; la autoestima; la sexualidad. Si la joya tiene una historia especial, como una pieza heredada en la familia, la primera joya regalada por un cónyuge, representa lo que sentimos en cuanto a tradición familiar, la mujer o el marido, etcétera.

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