Meditación

Ser responsables de nuestro propio estado de ánimo; escuchar la intuición y al inconsciente. Los que están envueltos en cualquier género de crecimiento personal suelen tener un sueño en el que se ofrece algún tipo de instrucción para contribuir al desarrollo buscado. Vale la pena seguir esos sueños, ya que el inconsciente tiene la capacidad de tamizar y considerar nuestra experiencia colectiva y presentarnos lo que llena nuestras necesidades.

Ejemplo: “Mientras me recuperaba de una seria operación y sufría intensos dolores soñé con mi padre, muerto, que apareció a los pies de mi cama y me dijo con un tono muy natural: ‘Piensa en cinco ramilletes rosados’. Mi padre nunca habría usado esas palabras, de modo que el episodio me impresionó. Desperté, entonces, y traté de visualizar los cinco ramilletes. Logré disponer tres en una hilera, cuatro, pero no pude disponer el quinto hasta que los coloqué como un rombo, con uno en el centro. Cuando conseguí esto mis dolores cedieron, y cedían cada vez que utilizaba esa imagen. Por qué, no lo sé”. (Ken S.)

La experiencia de Ken sugiere un efecto psicosomático de su meditación inspirada en el sueño. Estas meditaciones nos muestran a menudo formas de alterar actitudes de carácter o nos ayudan a sacar fuerzas para efectuar cambios necesarios en la vida.

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