Persecución
“Me corrían tres hombres armados con garrotes, pero no llegaron a alcanzarme porque desperté aterrorizado. Estaba decidido a decirme que no era más que un sueño, y la noche siguiente, cuando empezaron a perseguirme, recordé que era un sueño y se me fue el temor, dejé de correr, me volví para hacerles frente y les dije: ‘Esto no es más que un sueño y no pueden hacerme daño’. A medida que se acercaban fueron borrándose hasta desaparecer, y nunca volví a verlos”. (Relación de un sueño de cuando tenía seis años, señor C.)
El ejemplo muestra cómo pueden perseguirnos los temores o las emociones; es posible seguir evitándolos o hacerles frente. Verdaderamente nos persigue lo que hemos creado con nuestros propios pensamientos, emociones, acción o inacción. Lo que estamos eludiendo podrían ser sentimientos sexuales, responsabilidad, el deseo de expresar abiertamente lo que realmente pensamos; nuestro temor a la muerte; sentido de fracaso; culpa, sufrimiento afectivo, pesar, etc. Nunca podremos escapar de nosotros mismos, de modo que, a menos que afrontemos tales sentimientos, nos perseguirán toda la vida.
Perseguido por el sexo opuesto: temeroso del amor o de la sexualidad; rondado por una relación pasada.
Por un animal: las propias pasiones; enojo, sentimientos naturales.
Por cosas o por seres fantasmales: en general, traumas o experiencias del pasado; herida de la infancia.
Perseguir: algo que estamos persiguiendo en la vida; algo o alguien a quien deseamos; agresión.
Ver seguir.
Ver chase chasing