Sexualidad en los sueños

Si bien la sexualidad está simbolizada en muchos sueños, donde aparece directamente indica que el soñante es capaz de aceptar sus apetencias sexuales y es más vúlnerable. Lo que es importante, en ese caso, es intentar comprender en qué escenario o situación dramática figura el elemento sexual. Nuestras naturalezas psicológica y sexual, como la física, nunca se detienen en su desarrollo a menos que un dolor o un problema las congele en un particular nivel de madurez. Por esta razón nuestros sueños sexuales, aun cuando nuestra vida sexual sea satisfactoria, nos señalan qué etapa de crecimiento encaramos o qué nuevo desafío se nos presenta.

Ejemplo: “Mi amante estaba detrás de mí y John, mi marido, estaba delante de mí. Yo le pedía a John que tuviese relaciones conmigo, y a la vez pensaba: ‘Si acepta creerá que hay algo entre nosotros’. No sentía atracción hacia John, pero sabía de alguna manera que trataba de decir a mi amante que era deseable”. (Sally A.) El sueño de Sally no requiere interpretación. Los sueños claros como éste muestran que Sally es plenamente consciente de lo que hace en sus relaciones. Si la sexualidad en el sueño aparece profundamente simbolizada, sugiero que el soñante está menos dispuesto a tomar conciencia de sus motivaciones o sentimientos dolorosos. Si bien el sueño de Sally era transparente, se refería a una zona de su sexualidad de la que no tenía una conciencia clara. De haberla tenido, cabe dudar que hubiese tenido ese sueño.

Ejemplo: “Estaba en el patio de la chacra. Un muchachito empezó a trepar por el lomo del toro. El toro se enojó muchísimo. Lo habían tenido encadenado demasiado tiempo sin prestarle atención. Ahora se soltó y salió a buscar las vacas. Las tranqueras estaban cerradas, pero el toro se lanzó a través del cerco. Corrí hacia el cerco y monté sobre él, pero al ver que el toro lo destrozaba como si fuese de paja, miré ami alrededor buscando un lugar seguro. El toro se lanzó hacia la primera vaca que vio para montarla, pero su energía era tan terrible y tan apasionada que no pudo expresarse sexualmente. Empujó a un lado a la vaca como lo había hecho antes con el cerco. Se lanzó entonces sobre la siguiente y la levantó sobre sus cuernos, destrozando luego a la siguiente. Me metí en el jardín de alguien, tratando de salir del lugar”. (Arthur G.)

Si bien este sueño representa el impulso sexual “encadenado” de Arthur mediante la imagen del toro, es bastante obvio. Si consideramos el escenario y la trama, como se sugirió más arriba, vemos que Arthur trata desesperadamente de escapar a toda responsabilidad de su impulso sexual, o por lo menos lo intenta, en sentido figurado, sentado en el cerco como espectador.

Ejemplo: “Mi marido y yo íbamos caminando por una carretera, ambos en la misma dirección. Empecé a cantar con una sensación de felicidad, pero después callé, porque él diría que era feliz porque había hecho el amor con él. Intuí que sabía lo que estaba pensando mientras caminaba. Entonces él empezó a cantar a su vez, en voz baja, y el sueño terminó conmigo sonriendo para mis adentros. No habíamos tenido relaciones en un mes, pero aquella tarde habíamos hecho el amor”. (Joan W.)

Al hablar de este sueño Joan admitió que le daba un poco de vergüenza admitir que las relaciones sexuales la hacían feliz. Le gustaba creer que era perfectamente feliz sin ellas. Es probable que ese pequeño conflicto entre su actitud consciente y su sensación de bienestar después del acto sexual haya dado origen a ese sueño.

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Ver sex and dreams y energy sex and dreams

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