Transformación
Todo sueño que registra un cambio visible en uno de los personajes señala transformación. Durante nuestro crecimiento todos pasamos por transformaciones importantes, no sólo físicas, cuando pasamos de ser un bebé desdentado a un niño con dientes grandes que sabe caminar y además ha crecido psicológicamente.
Ejemplo: “Un cálido día de verano caminaba yo con una hermosa negra por un campo. Ella se detuvo y me dijo que tenía un problema. Para mostrármelo se bajó un tirador del vestido. Sobre su hombro la piel negra estaba descamándose y mostraba una piel de un blanco dorado debajo. Me dijo que si seguía viéndome se volvería completamente blanca. Pensaba pedir consejo a su madre para saber qué debía hacer. Seguíamos caminando cuando me atacaron dos negros. Querían llevarse a la mujer de vuelta a su aldea. Me desperté con la sensación de estar ganando”. (Paráfrasis de The Way of the Dream, por Fraser Boa.) Aquí el soñante se relaciona bien con sus propios sentimientos de sexualidad y sensualidad. Sin embargo, comienza a ver a su pareja femenina como una persona de verdad y no como la muestra su sexualidad. Además la alusión a pedir consejo de la madre sugiere que su capacidad de amar no está libre aún de conexiones emocionales y eróticas con su madre y requiere transformación. A menudo oímos decir aun a personas de más de cuarenta años que “es difícil desarrollar una relación con esa persona porque a mi madre no le gusta”. El soñante “lucha” con los impulsos opuestos, los que quieren volver el amor del hombre a la aldea, su nivel infantil de amor, y así se mueve hacia la independencia en el amor y en la vida. La transformación tiene como meta el amor maduro y la capacidad de relacionarse. Para otra descripción de los aspectos y temas más importantes de la transformación, ver individuación.
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