Marido

Marido: representa cómo vemos nuestra relación con nuestro marido; nuestra relación con nuestra sexualidad; el deseo y el placer emocional y sexual; cómo nos relacionamos con la intimidad en cuerpo, mente y espíritu; hábitos de relación desarrollados con nuestro propio padre.

Ejemplo: “Mi sueño recurrente: está ocurriendo un desastre. Trato de comunicarme con la policía o con mi marido. Nunca lo logro. Llamo otra vez al número de la policía y vuelvo a insistir, y siento terror y a veces una furia terrible o pánico total. Lloro, gimo y grito. ¡ Nunca me comunico! Recientemente he dejado de intentar comunicarme con mi marido. Una vez logré hablar con él pero me dijo que estaba demasiado ocupado y que debía encarar la situación yo sola. Me desperté de pésimo humor y le di un puntapié mientras aún dormía”. (Señora G.S.) El marido representa aquí los sentimientos de la señora G.S. al no poder “comu¬nicarse” con su marido. Es un tema de sueños común entre las mujeres, originado posiblemente en que el marido no se atreva a expresar emoción o a responder a su compañera con sus propios sentimientos. Para la señora G.S. esto es un estado de emergencia. Si bien el sueño lo dramatiza, hay real frustración, enojo y ruptura en las comunicaciones maritales.

Ejemplo: “Éramos tres, mi marido, un amigo y yo. Todos andábamos en pequeñas bicicletas blancas. Al principio mi marido avanzaba despacio de espaldas a nosotros. De repente el amigo que iba delante de mí se volvió y me miró de arriba abajo. Me dirigió una enorme sonrisa que le iluminó toda la cara. Yo sentí que me recorría todo el cuerpo una intensa sensación de bienestar”. (Joan B.) El triángulo: el ejemplo muestra una típica corriente de sentimientos dirigidos hacia otro hombre. En este caso el otro hombre representa el deseo de Joan de ser atrayente para otros hombres. A menos que reconozcamos del todo el impulso, es una señal de peligro.

Ejemplo: “Estaba con mi marido y con nuestros hijos. A unos dos o tres metros a nuestraderecha estaba laprimera mujerde mi marido, que murió aproximadamente un año antes de conocerlo yo a él. Recuerdo haber sentido que a ella no le importaba ya que yo estuviese con él, de modo que lo abracé mientras estaba de espaldas a mí y me sentí más protegida y cómoda junto a él”. (Señora N.S.) La primera mujer: la soñante se siente ahora más cómoda en cuanto a la relación anterior de su marido. La primera mujer representa su competencia por el afecto de su marido, a pesar de que “su primera mujer” haya muerto.

Ejemplo: “Mi marido muerto entró en mi cuarto y se metió en mi cama para hacer el amor. Yo no tenía miedo. Sin embargo, a causa de sus apetencias sexuales durante mi vida de casada, estaba horrorizada y me resistí con todas mis fuerzas. Al despertarme me sentía débil y exhausta. La última vez que vino a mí le respondí y nunca volvió. Esto pasó tres veces. La última vez no creo que haya sido un sueño. Yo estaba despierta. Yo creo que era su fantasma”. (G.L.)

Marido muerto: en cualquier experiencia de carácter aparentemente psíquico debemos recordar siempre que el inconsciente es un gran dramaturgo. En instantes es capaz de crear un drama en un sueño. Al hacerlo transforma nuestros sentimientos interiores en personajes y objetos reales de nuestro entorno. Mientras dormimos rechazamos con ligereza un proceso tan sorprendente como “un sueño”. Cuando ocurre estando nosotros con los ojos abiertos o por despertarnos, por alguna razón lo llamamos fantasma o fenómeno psíquico. El proceso de los sueños es obviamente capaz de crear sensaciones físicas totales, emociones, impresiones visuales completas, vocalización. ¿En qué otra cosa consiste un sueño? Por otra parte, el proceso no hace uso de creaciones imaginativas sin sentido. Muchas mujeres tienden a suponer que su impulso sexual es débil, de manera que le resulta más fácil a G.L. ver su impulso sexual bajo la forma de su marido. Más claro está que él puede representar también lo que ella sentía frente a la sexualidad en relación con sus “apetitos sexuales”. Es, no obstante, regla general que nuestro proceso de los sueños se dramatice bajo una vida del pasado, o una experiencia “psíquica”, emociones ligadas a un trauma o un impulso sexual que encontramos difícil de satisfacer en este momento.

Ejemplo: “Soñé muchas veces que perdía a mi marido, como cuando no encontraba el lugar de estacionamiento donde él me esperaba y lo veía alejarse a gran distancia. Despierto llena de pánico y lo encuentro a mi lado en la cama. Estos sueños persistieron, y luego él murió en forma totalmente repentina. En la época de mis sueños gozaba de perfecta salud y me pregunto si no era una idea premonitoria de que lo perdería en la realidad”. (Señora A.D.) No encuentra a su marido: muchas mujeres de edad madura sueñan que pierden a sus maridos cuando salen con él, tal vez de compras o a pasear a pie. A veces el sueño lo hace aparecer como realmente muerto. La señora A.D. se pregunta si su sueño fue premonitorio. Más probable es que sea una forma de practicar o ensayar la pérdida, de tal manera que el choque no sea tan grande en la realidad. Los choques mayores se producen cuando nunca se ha considerado, siquiera, esta eventualidad, como en el caso del niño de corta edad que pierde a su madre, hecho que nunca ha ensayado ni aun en sus fantaseos; por lo tanto no tiene desarrolladas defensas para absorber el golpe. Como sabemos, los hombres habitual¬mente mueren antes que las mujeres, y este dato está en la mente de muchas mujeres casadas de edad madura. La señora A.D. puede haber observado inconscientemente leves cambios en el cuerpo y la conducta de su marido, y por lo tanto se prepara.

Marido de otra mujer: el propio marido; sentimientos hacia ese hombre; deseo de una relación no comprometida, con menos responsabilidad.

Ver husband

Copyright © 1999-2010 Tony Crisp | All rights reserved