Toilette

Ámbito privado; nuestra necesidad de tener tiempo en el que no estemos siempre considerando qué necesitan o quieren de nosotros los demás, y podamos hacer, en cambio, lo que queremos. Si es un cuarto de baño con inodoro es posible que incluya la necesidad de limpiar nuestras actitudes sexuales o actitud general frente a otros y a nosotros mismos.

Ejemplo: “Estoy en un toilette y la gente me ve. A veces las paredes se desmoronan. Una vez miré a mi alrededor y todo el mundo estaba mirándome”. (Señorita J.S.) Esta relación con el toilette o el retrete señala habitualmente que necesitamos más intimidad y tiempo para nosotros a solas.

Ejemplo: “Voy al inodoro y está lleno hasta el borde. Me da asco, y no puedo usarlo”. (Atan.) Atan dijo luego que si pasa algo desagradable en sus sueños se despierta para eludirlo. Alan muestra grandes difi­cultades en aceptar el lado biológico, la sangre, intestinos, sexualidad de sí mismo. Esto puede dar lugar a que vivamos una vida muy intelectual o concentrados en lo grato y lo luminoso; en ocasiones sugiere que el cuerpo necesita una limpieza.

No poder usar el inodoro: como en el caso de Atan, dificultad en expresar los aspectos más naturales y concretos de nuestro yo; reprimir la sexualidad o las emociones, ser egoísta y no compartir o “dar de nosotros mismos”.

Ejemplo: “Estaba mirando a mi osito cuando iba al baño. Se cayó adentro y desapareció”. (Jackson S.) Jackson era muy pequeño y empezaba a aprender a sentarse solo en el inodoro. Su sueño ilustra el temor de caer en el interior. Ha visto cosas que desaparecen para siempre y. esto.lo perturba. Utiliza el osito como sí mismo. Este aspecto del inodoro puede pintar el mundo mágico, oculto o nunca visto en el cual desaparecemos durante el sueño, el inconsciente.

Inodoro: parte de nosotros que sabe manejar los desechos de nuestro cuerpo y las emociones que necesitamos descargar; órgano sexual femenino.

lral baño:expresarse; liberar sentimientos a menudo creativos; soltar actitudes fuertemente aferradas, o sexualidad; aceptación de nuestros propios impulsos naturales y necesidades.

Lo que deposita­mos en el inodoro: lo que consideramos lo menos importante o los aspectos menos gratos de nuestra persona o nuestras experiencias; lo que deseamos obtener de la vida. “Mi hijo de corta edad, adicto durante largo tiempo al chupete, decidió un día que no quería ya depender de él ni que vieran que lo necesitaba. Se lo arrancó entonces de la boca, lo arrojó en el inodoro e hizo correr el agua.”

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